A veinte minutos de Granada se encuentra se encuentra esta pequeña sima abriéndose en un llano rodeado de encinas. Su única entrada es un pozo bastante limpio de unos veinte metros y totalmente vertical que requiere material de progresión espeleológico. Una vez superado este obstáculo, se puede acceder a dos pequeñas salas formadas por una diaclasa. Estas salas están ambas profusamente adornadas con gran variedad de formaciones espeleotemáticas, predominando las banderas y las estructuras coraloides. Debido a su corto desarrollo y proximidad,
mediada la rampa tuvimos que montar un desviador por el roce de la cuerda
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