El Valle de Lecrín esconde una joya natural perfecta para el verano: la ruta fluvial de Los Callejones, a lo largo del río Albuñuelas o Santo. Este sendero, ideal para refrescarse, recorre tramos de ribera, zonas sombreadas y vegetación abundante. A lo largo del camino, el agua puede llegar hasta las rodillas, y el excursionista podrá disfrutar de pozas, cascadas y paisajes únicos..
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